De entre las múltiples recepciones que realiza un Alcalde, quizás por lo numeroso de sus componentes, las más singulares son las recepciones deportivas. Clubes o deportistas individuales que van a presentar sus éxitos en las más importantes competiciones nacionales e internacionales, y en nuestro caso y por suerte también en las competiciones olímpicas.
Mientras las Casas Consistoriales estuvieron en obra y la sede de la Alcaldía estaba en la sexta planta de las oficinas municipales, las recepciones a equipos las realizábamos en los jardines debido a que el espacio no daba juego, siquiera la sala de juntas, pero aprovechando las benignas condiciones climáticas hacíamos uso de los jardines. Al hacer las recepciones de equipos en un lugar abierto esto permitía que también pudiera asistir público por lo que muchas veces las recepciones se convertían en actos multitudinarios.
Es frecuente que entreguen una réplica del trofeo ganado, o un presente a la Ciudad, incluso un cuadro con una fotografía del momento de la recogida del premio. Obviamente los representantes municipales siempre tienen un detalle con los deportistas como muestra de agradecimiento por llevar el nombre de la ciudad a lo más alto del deporte.
En estas recepciones siempre está presente el Concejal de Deportes que es quien va presentando a los directivos y entrenadores del equipo al Alcalde, y ya posteriormente a todos los miembros de la expedición. Así en estos cuatro años se han dado recepción a infinidad de equipos de voleibol, baloncesto, fútbol, lucha canaria, vela latina, kárate, natación, vela, judo, o incluso rugby. Curiosamente en cuanto a equipos se refiere Las Palmas de Gran Canaria es un referente en valores femeninos pues ellas han sido mayoritarias frente a los chicos.
Por la importancia de sus premios está claro que resaltan los deportistas canarios que participaron en los Juegos Olímpicos de Pekín 2008. Las nadadoras Thais Henríquez y Paola Tiradas, que ganaron la Medalla de Plata por equipos en natación sincronizada y los regatistas Onán Barreiros y Aarón Sarmiento ganadores de Diplomas Olímpicos en la Clase 470 de vela. Pero sin lugar a dudas la recepción más significativa en el campo deportivo es la que se tuvo con Enhamed Mohamed Mohamed, el deportista paralímpico que consiguió 4 medallas de oro en los Juegos Paralímpicos Pekín 2008, pero no sería la única recepción. Nos tiene mal acostumbrados y en cada mundial que participa regresa con un “manojo” de medallas como él mismo indica, baste como ejemplo su participación en los mundiales de Eindhoven 2010, donde consiguió 4 medallas de oro.
Cada encuentro con este deportista es una lección para todos. Habiéndose quedado ciego a los 8 años es todo un deportista de élite que compagina sus estudios de empresariales con sus fuertes y duros entrenamientos que tan buenos resultados le reporta. Pero lo más impresionante de este deportista es su carácter y su forma de ser, jovial, optimista, enérgico y con un grandísimo sentido del humor. Se les propuso a los ganadores olímpicos ser los pregoneros del carnaval, eso es todo un honor para un palmense, y él contestó sin recato “yo lo veo claro, me veo en el papel” y se echó a reír con lo que nos contagió a todos. Que un invidente lo vea claro… Su sentido del humor, sus ansias de superación y su calidad humana unido al tremendo potencial deportivo hacía que cada recepción con Enhamed fuera especial.
El potencial deportivo de Las Palmas de Gran Canaria es muy fuerte y la Ciudad sabe reconocérselo a sus deportistas, así por ejemplo y como gran muestra de orgullo y agradecimiento se les otorgó la Medalla de Oro de la Ciudad a los tres ganadores de medallas olímpicas, esto es a Thais Henríquez, Paola Tirados y Enhamed Mohamed Mohamed, este último había sido anteriormente galardonado con la Medalla de Oro al Mérito Deportivo de la Ciudad.
Cuando se recuperó la sede institucional de la Alcaldía, las Casas Consistoriales, se siguieron sucediendo las recepciones deportivas, siguiendo el mismo patrón. Las recepciones individuales o minoritarias tenían lugar en el despacho del Alcalde, como fue el caso de las campeonas del mundo de Judo. Las más multitudinarias, tenían lugar en la sala de juntas, conocida como Sala Millares por la maravillosa colección de obras de Manolo Millares, en el patio o incluso en el Salón Dorado.
Algún día preguntaré el por qué, la verdad es que no lo hice en el momento, pero muchos equipos nos ofrecían como regalos peluches con la camiseta de su equipo, otros como se ha dicho réplicas del premio obtenido, algunos una placa o cuadro con la foto del momento de la recogida del premio, y los que más un balón de su deporte. Obviamente todos estos presentes eran remitidos al Concejal de Deportes, que bien los dejaba en su despacho como objetos decorativos y los enviaba al Instituto Municipal de Deportes para ser exhibidos.
La última recepción deportiva que se realizó durante el mandato 2007/2011 fue la del Equipo de Rugby de Las Palmas. Se hace complicado olvidar esta recepción y ello por dos motivos, primero porque uno de los integrantes del equipo era nuestro Jefe de Prensa y en segundo lugar porque aparecieron algunos hombres que a Don Quijote bien le habrían parecido gigantes.
Las recepciones deportivas son gratificantes porque se aprende mucho de los deportistas, de ese espíritu de superación con el que se levantan cada día, y de las horas inagotables que entrenan cada día para lograr sus objetivos, es de justicia que la Ciudad les devuelva aunque sea tímidamente, la excelsa gloria que ellos ganan paseando el nombre de Las Palmas de Gran Canaria.
Hubo una recepción que consideramos deportiva al mismo tiempo que cultural y que fue muy singular. Se trató de la expedición “Lituania Milenium”. Con motivo del milenio de la fundación de Lituania, el Gobierno Lituano tuvo una singular iniciativa, para promocionar su país decidió poner a navegar dos yates, uno llamada Lituania otro Milieniun. Se dividieron y uno se encargó del hemisferio Norte y el otro el hemisferio Sur. Recorrerían todos los puertos importantes que se encontraran a su camino, cruzando mares y océanos.
Fueron recibidos por el Alcalde y nos entregaron una metopa muy singular, como no saben en qué fecha recalarán por qué puerto, la metopa tenía el nombre del lugar y le fecha en blanco y con un rotulador permanente del capitán de la expedición lo escribía y rubricaba. Entregando al mismo tiempo material promocional turístico lituano. Por el contrario el Alcalde debía firmar en un libro en blanco y sellar con el sello de la ciudad, indicando la ciudad y la fecha, era este el singular pasaporte del barco.
Una singular y deportiva forma de hacer promoción turística.
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